Cirugía de Tiroides y Tumores de Cuello

Es la glándula en forma de H ubicada en la parte anterior del cuello. Su función es producir la Hormona Tiroidea que tiene efecto en casi todos los órganos, manteniendo el metabolismo. Anatómicamente se encuentra en íntima relación con importantes estructuras del cuello como la tráquea, esófago, arteria carótida, venas yugulares internas, nervios laríngeos recurrentes y glándulas paratiroides.

Las glándulas paratiroides son muy pequeñas, generalmente 4, ubicadas por detrás de la glándula tiroides. Secretan la Paratohormona (PTH) encargada de elevar los niveles de calcio en la sangre.

Ecografía cervical: Examen de ultrasonido que es capaz de determinar las características de los Nódulos Tiroideos, nódulos del cuello.

Ultrasonido Preoperatorio: Se utiliza en la etapificación de un cáncer de tiroides. Este examen muestra en forma detallada todos los nódulos del cuello y su sospecha de tener una metástasis para ser extirpados en la cirugía.

Punción con Aguja Fina: Procedimiento que se realiza bajo ultrasonido. Con una aguja se punciona el nódulo sospechoso tomando una muestra de células (Citología), la cual es analizada por el anatomopatólogo, determinando la posibilidad de que un nódulo sea benigno o maligno.

La Tiroidectomía es la extirpación de la glándula tiroides, la que puede ser total o parcial en casos seleccionados. En este caso se extirpa solo un lóbulo de la glándula.

Dependiendo del tamaño del cáncer, y si hay compromiso metastásico en los nodulos del cuello, estos se deben extirpar en forma completa junto a la glándula. Esta parte de la cirugía se denomina vaciamiento o disección cervical. Puede ser de un solo lado o bilateral.

También puede ser que en la cirugía se requiera el uso de biopsia rápida que da información sobre el tumor, por si hay que cambiar algo del plan quirúrgico.

La cirugía se realiza con anestesia general, por esta razón, aparte de los exámenes que evalúan la enfermedad tiroidea, se requiere una evaluación preoperatoria con:

Exámenes de sangre: Hemograma, perfil coagulación, glicemia (glucosa en sangre) y creatinina (evalúa la función renal).

Electrocardiograma.

Evaluación por especialistas para revisar alguna enfermedad crónica, la que debe estar compensada.

La hospitalización, en general, es de 1 día. Puede ser más prolongada según qué tan extensa sea la cirugía.

Durante el postoperatorio será necesario medir los niveles de calcio en la sangre en forma seriada y deberá recibir calcio y aporte de Vitamina D de manera oral hasta que la función de las glándulas paratiroides se estabilice.

El uso de la hormona tiroidea se puede o no iniciar en el postoperatorio. Dependerá del informe final de la Biopsia completa del tumor. Con esto es posible indicar el uso de terapia complementaria como el uso de yodo radiactivo.

Si, pero es muy poco frecuente, y depende mucho de lo avanzado de la patología en tiroides o en el cuello. Actualmente existe equipos médicos de última generación que se utilizan para durante la cirugía para evitar complicaciones de los nervios que rodean a la tiroides.

Nervio Laríngeo Recurrente:

Da la movilidad a las cuerdas vocales. Tiene una cercanía anatómica importante con la glándula tiroides, por lo que durante la cirugía debe ser identificado y preservado para evitar una disfonía permanente. Sin embargo, es frecuente que el paciente quede con una disfonía leve en el postoperatorio y que se recupere con el tiempo. Sólo un 1% puede quedar con una disfonía permanente.

Durante la cirugía se puede utilizar un monitor de nervio que permite identificar y ver la funcionalidad del nervio en el intraoperatorio. Es una ayuda, pero la experiencia del cirujano es más importante para evitar su daño.

Hipocalcemia:

Las 4 glándulas paratiroides deben ser identificadas y preservadas. Es frecuente la disminución de los niveles del Calcio en el postoperatorio, aunque estén preservadas las glándulas. La mayoría de las veces es asintomática y se recupera con el paso de las semanas.